domingo, 11 de noviembre de 2012
Un sistema educativo público, en sí, es verdaderamente de un
beneficio enorme para la raza. Pero es beneficioso solo si se mantiene
sano en cada instante a través de la totalmente libre posibilidad de
competición de los colegios privados.
(MACHEN, Gresham J. Christianity and Liberalism)
Un
sistema educativo público, si significa el ofrecimiento de la libre
educación para aquellos que lo desean, es un logro de los tiempos
modernos digno de mención y beneficioso; pero una vez que se convierte
en monopolístico es el instrumento de tiranía más perfecto que jamás se
haya ideado.
La
libertad de pensamiento en la Edad Media fue combatida por la
Inquisición, pero el método moderno es mucho más efectivo. Pon las vidas
de los niños en sus años de formación, a pesar de las convicciones de
sus padres, bajo el control íntimo de expertos designados por el estado,
fuérzalos después a atender a colegios donde las más altas aspiraciones
de la humanidad son aplastadas, y donde la mente se llena con el
materialismo del día, y es difícil ver cómo hasta los remanentes de la
libertad pueden subsistir.
Dicha
tiranía, defendida tal como es por una técnica perversa usada como el
instrumento en la destrucción de almas humanas, es ciertamente mucho más
peligrosa que las crudas tiranías del pasado, que a pesar de sus armas
de fuego y espadas permitieron al menos que el pensamiento fuera libre.
----------
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentario(s):