jueves, 1 de noviembre de 2012

La Destrucción de los Dioses - ¿Ha dejado la ciencia obsoleta a Dios?

Por Vern S. Poythress

La ciencia ha demostrado ahora que estos dioses son ídolos falsos. Pronto todos los Dioses serán demostrados a ser ídolos falsos. La ciencia ha provisto respuestas a casi cualquier pregunta que el hombre puede hacerse.
(Maximilian Kohler en "Ángeles y Demonios", de Dan Brown.)
¿Ha dejado la ciencia obsoleto a Dios? El personaje de Dan Brown, Maximilian Kohler, arguye que por dar explicaciones racionales para la salida y puesta del sol, la ciencia ha hecho prescindible al dios griego Helios. En todos los campos, el crecimiento de la ciencia reduce la necesidad de postular las actividades de los dioses. Kohler expresa lo que hay en la mente de muchas personas en nuestros días.

Irónicamente, el surgimiento de la ciencia tuvo lugar en la dirección contraria a como lo pinta Kohler. Kohler sugiere que la ciencia ha destruido a los dioses. En realidad, la destrucción de los dioses ha creado una puerta abierta para la ciencia. ¿Cómo?

La religión politeísta de los griegos sostenía que había muchos dioses. Había tantos planes divinos y tantos propósitos como dioses. Y como los dioses interactuaban en manera caótica, la gente no tenía garantías de que el mundo fuera a presentar un orden estable. La religión griega desalentó cualquier esperanza por una exploración científica de un orden racional.

La ciencia moderna surgió en el contexto del monoteísmo cristiano, que quitó a los dioses griegos y dio confianza a científicos potenciales por medio de tres principios fundamentales:

           1. Un Dios racional controla todas las cosas (Génesis 1:1, Salmo 33:6), así que podemos esperar un orden universal.
           2. Dios ha hecho al hombre en su imagen (Génesis 1:26-27), así que el hombre es naturalmente afino a la mente de Dios y tiene esperanza de comprender el orden que Dios ha dado.
           3. El mundo que Dios ha hecho no es divino, con lo cual está abierto a la investigación humana.
De hecho, la palabra de Dios es la base de la ley científica. Según Génesis 1, hablando, Dios ha especificado el orden normal para el sol y la luna y las estrellas, y el patrón para el crecimiento y reproducción de las plantas (Génesis 1:11, 14-15). Lo que los científicos llaman ley científica es de hecho su estimación de la ley de Dios, de la especificación de Dios, “que sea así”. Los científicos en su investigación están de hecho investigando la mente de Dios y pensando los pensamientos de Dios detrás de Él – aunque a su nivel humano limitado.

Los primeros científicos, como Copérnico e Isaac Newton, entendieron que estaban frente a la artesanía de Dios. El universo estaba construido por el Mejor y Más Ordenado Artesano de todos.
Cuán excelentemente bueno es el trabajo divino del Mejor y Más Grande Artista.
(Copérnico, "Sobre la revolución de las esferas celestes")
Él es eterno e infinito, omnipotente y omnisciente; esto es, su duración abarca desde la eternidad hasta la eternidad; su presencia desde el infinito hasta el infinito; gobierna todas las cosas, y conoce todas las cosas que son o que pueden ser hechas. … Y esto concierne a Dios; discutir sobre Aquel del que viene la apariencia de las cosas ciertamente pertenece a la Filosofía Natural.*
(Isaac Newton, "Principia Mathematica", 440-442 [503-505 en Gutenberg Project, n.tr.]).
De hecho, la ley científica expone los atributos de Dios mismo, como la omnipresencia (lo mismo en todos los lugares), inmutabilidad, inmaterialidad, invisibilidad, transcendencia (por encima de fenómenos particulares), inmanencia (sobre los particulares). Esta exposición confirma lo dicho en la Biblia:
Lo invisible de él, su eterno poder y su deidad, se hace claramente visible desde la creación del mundo y se puede discernir por medio de las cosas hechas. (Romanos 1:20)
Los científicos modernos a veces evaden el testimonio de Dios intentando pensar que las leyes que investigan son impersonales, una especie de mecanismo sin mente. Esta manera de pensar es una forma de idolatría, en el sentido que reemplaza al Dios verdadero con un sustituto. Como todos los sustitutos, tiene que ser suficientemente parecido al Dios verdadero para engañar a la gente. (Por ejemplo, supuestamente sigue garantizando orden.)

Pero los científicos siguen creyendo que las leyes son fundamentalmente racionales, y fundamentalmente capaces de ser expresados lingüísticamente, para que puedan ser descritos en lenguaje y pensamiento humano a través del discurso humano. La racionalidad y la habilidad del lenguaje complejo pertenecen a las personas, no a las rocas o plantas o gusanos. Los científicos claramente confían en el carácter personal de la ley. Al mismo tiempo, afirman que es impersonal. Es una afirmación conveniente, porque así podemos evitar la responsabilidad moral de Dios, quien es personal. Hay razones espirituales por las que es incómodo conocer la verdad, y por las que queremos evadirla.

Cristo vino en el mundo. En ese acto, Dios se convirtió en hombre, y vino a reconciliarnos a Sí mismo. Él mismo venció la barrera de nuestra rebelión, la que nos hace querer evadir la verdad sobre el Dios que es la mismísima base de la ley, y por consiguiente la base de la ciencia.
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*He tenido problemas para entender la última frase, y no sé si es la traducción más acertada. Florian Cajori, en la traducción de Motte, en el apéndice del segundo volumen, The System of the World, explica que dicha frase es una justificación de por qué Newton trata sobre Dios en Principia: “Obtener una idea sobre Dios ‘a partir de la apariencia de las cosas, pertenece ciertamente a la Filosofía Natural’” (p. 669).

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